sábado, 22 de abril de 2017

BASHIR MOHAMED


                                                                              Francesc Ramis Darder
                                                                              bibliayoriente.blogspot.com


ROMA, 18 Abr. 17 / 07:04 pm (ACI).- Bashir Mohamed es un sirio que fue adoctrinado por extremistas y que perteneció al yihadista Frente Al Nusra, asociado a terroristas de Al Qaeda. Sin embargo, una intensa experiencia de curación gracias a la oración hizo que se convirtiera al cristianismo.
 Ahora Mohamed tiene 25 años, reside en Estambul (Turquía) con su esposa Hevin Rashid, y organiza reuniones de oración en su casa en la que participan otros ex musulmanes como él que se han convertido al cristianismo.
Mohamed nació en la ciudad de Afrin, en la zona kurda de Siria, en el seno de una familia musulmana. Cuando tenía 15 años, su primo Ahmad lo llevó a las prédicas yihadistas y se adhirió a una de las ramas más extremistas del Islam.
Al estallar la guerra civil en Siria en 2011, Mohamed se unió a las fuerzas kurdas que luchaban por su autonomía, ya que no tienen un territorio propio.
El joven se horrorizó ante las matanzas que ocurrían en las batallas, pero paradójicamente estas revitalizaron su interés por las enseñanzas extremistas que aprendió en su adolescencia.
“Cuando vi todos esos cadáveres comencé a creer en todo lo que enseñaban las lecturas. Me hicieron buscar la grandeza de la religión”, contó a The New York Times.
En 2012 desertó con un amigo de las fuerzas kurdas para unirse al Frente Al Nusra, que busca derrocar al gobierno de Bashar al Assad en Siria y crear un estado islámico extremista.
Como miembro del Frente Al Nusra, Mohamed presenció crudas matanzas. Entre otras cosas, dijo que los yihadistas ejecutaban a los prisioneros con gran crueldad, como cuando los aplastan con excavadoras.
Mohamed explicó que la propaganda de los extremistas hacía ver la violencia como algo tolerable. “Nos decían que esa gente eran los enemigos de Dios y yo veía positivamente las ejecuciones”.
En 2013, volvió por un breve periodo de tiempo a su ciudad y cuando estuvo de vuelta en el campo de batalla comenzó a cuestionar los objetivos del Frente Al Nusra.
En una ocasión vio que las tropas del gobierno sirio también ejecutaban a sus prisioneros con excavadoras, y pensó que no había mucha diferencia entre ambos bandos.
Desilusionado, abandonó el Frente Al Nusra y volvió nuevamente a Afrin. “Fui a Al Nusra en mi búsqueda de Dios. Pero después de ver a musulmanes asesinando a musulmanes, me di cuenta de que algo estaba mal”, manifestó.
Un año después, Mohamed huyó de Siria a Turquía junto a su esposa. Ya instalados en Estambul, Mohamed aún era musulmán. Rezaba tan alto que sus vecinos se quejaban y quería que su esposa estuviera siempre cubierta en las calles.
A principios del año 2015, Hevin cayó gravemente enferma. Mohamed recuerda que llamó a su primo Ahmad, que para ese entonces ya residía en Canadá, para contarle su situación y se dio con la sorpresa de que la persona que lo había introducido en el mundo de los extremistas se había convertido al cristianismo.
Ahmad le pidió a Mohamed que colocara su teléfono cerca de su esposa para que su grupo pudiera cantar y orar por su salud. Al inicio Mohamed rechazó la idea porque consideraba al cristianismo como una religión repugnante, pero cedió porque estaba desesperado.
Días después de la llamada, la salud de Hevin comenzó a mejorar y su esposo atribuyó este cambio a la oración de su primo.
Entonces decidió pedirle que le presentara a un líder cristiano para poder aprender sobre la fe cristiana. Se puso en contacto con Eimad Brim, un misionero evangélico de un grupo llamado El Buen Pastor, que tenía su sede principal en Jordania.
Mohamed dijo que cuando comenzó a leer la Sagrada Escritura dio cuenta de que le traía más paz que leer el Corán. Se sentía más acogido en las iglesias que en las mezquitas y percibió que las oraciones cristianas era más generosas que las musulmanas.
Tanto él como su esposa comenzaron a soñar con su conversión y a sentirse amados por Dios, según relató Hevin a The New York Times.
Cuando se convirtieron eran conscientes que podían sufrir persecución. Sin embargo, “yo confió en Dios”, dice Mohamed.
“Hay un gran abismo entre el dios que yo solía adorar y el Dios que adoro ahora. Nosotros solíamos adorar con miedo, ahora todo ha cambiado”, dijo el joven converso al cristianismo.

No hay comentarios: